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Así es. Es más anecdótica.Como segunda foto de la lámpara, ésta me gusta más. Hay más lámpara, hay más luz y, además, tiene el bonito detalle del tirador. Saludotes.
Decí mejor que estoy aprendiendo a sacar una foto en interiores y sin flash.Que bien controlas la "luz", para mostrar la luz, esta ya la vi ayer merodeando por tu Flickr y me dije, subió la que me gusta menos. Soberbio manejo de los ISO, esta a 8.000 y la otra creo que a mas de 12.000, vamos nos estas enseñando como hay que sacar una foto en interiores estáticos.
Saludos
No sé ¿Por qué me plantearía un encuadre vertical ? Para mi eso no tiene sentido. La foto que vi es esta.Pregunta: porqué no elegiste un encuadre vertical?
No puedo más que convenir con tu gusto y tu lectura. Y algunos de esos detalles son así porque yo lo quise..
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Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueño tal vez olvidada,
silenciosa...
De esta me atraen las texturas de la parte inferior iluminada, y cómo se desvanecen esas texturas al disminuir la luz. Me choca el desenfocado de la parte delantera de la lámpara, o más bien, me recuerda que estoy viendo una foto, no mirando una lámpara.
Saludos !
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Daniel, el señor del 1.4 (cuando no 1.2), como te gustan los ""cristales" de altísima calidad.Mientras estreno el Sony 35mm F/1.4 GM..
La anécdota siempre es algo a tener en cuenta. Para ponerle atención. Porque la anécdota relata, nos dice algo acerca de algo o de alguien. Por lo general rechazo la anécdota porque para mi la foto excluye el transcurso; cuando en una foto aparece el cuento es porque hay detalles que dan cuenta de un antes, de un ahora y de un después. A veces esos detalles superan los filtros de la visión y arruinan nuestra foto, al tiempo que provocan el regocijo de diversos espectadores que encuentran en eso motivo para desplegar su imaginación, sus comentarios.Qué cosas más extrañas me pasan. A mí esta imagen me tira menos que la otra. Pero las dos son imágenes de interior, que siempre tienen interés cuando están hechas con cierto gusto. Por cierto, que me gusta cómo la has definido más arriba: "es más anecdótica" que la otra. Además has vuelto a dar en el clavo en cuanto a edición, según lo veo yo.
Ni no fuera por la inapelable decadencia de mi vista estaría más que feliz de usar esos manuales de Jena, o los nuevos chinos, tan al alcance de bolsillos agujereados, Alguno de entre estos últimos, los Thypoch Simera, de los que se dice que llegan con una calidad formidable.Daniel, el señor del 1.4 (cuando no 1.2), como te gustan los ""cristales" de altísima calidad.
Saludos
Qué interesantes reflexiones sobre la fotografía. Me gusta la dialéctica que plantean entre aquello que "excluye el transcurso" frente a aquello que incluye "el cuento" . Es una dialéctica sin resolución, o sí, no lo sé. Esto es precisamente lo que más desafía, o me desafía, de tu texto y, claro está, sobre todo contando con las fotos que estás colgandoLa anécdota siempre es algo a tener en cuenta. Para ponerle atención. Porque la anécdota relata, nos dice algo acerca de algo o de alguien. Por lo general rechazo la anécdota porque para mi la foto excluye el transcurso; cuando en una foto aparece el cuento es porque hay detalles que dan cuenta de un antes, de un ahora y de un después. A veces esos detalles superan los filtros de la visión y arruinan nuestra foto, al tiempo que provocan el regocijo de diversos espectadores que encuentran en eso motivo para desplegar su imaginación, sus comentarios.
A veces hay que incluir los detalles significativos porque estamos haciendo fotos de un acontecimiento ceremonial, un bautismo, histórico, un cumpleaños, la conquista de un trofeo, social, una reunión de amigas/os. Pero entonces no estamos en el momento de celebrar la fotografía sino los usos de la fotografía, diferencia que hasta algunas de las mentes más sagaces tienden a confundir con lamentable frecuencia.
Si estamos en el lugar de la fotografía en sí misma, la anécdota invade el encuadre con el touche del tiempo en fuga; nos priva de la condición substancial de la foto, la exclusión del tiempo, su derrumbe inapelable
Por el contrario, la anécdota es, en sí, la condición del uso de la fotografía, con lo que se ganan la vida los fotoperiodistas, los socialeros, los corresponsales de guerra, los fotógrafos policiales y todo ese largo etc que cría sus hijos a expensas de sus Nikons ()
¿Y en las fotos que vos subís a Flickr, por ejemplo, no ? Fotografias una vivienda construida hace 800 años, pero en tu foto ¿Cuál es el tiempo de esa casa ?Qué interesantes reflexiones sobre la fotografía. Me gusta la dialéctica que plantean entre aquello que "excluye el transcurso" frente a aquello que incluye "el cuento" . Es una dialéctica sin resolución, o sí, no lo sé. Esto es precisamente lo que más desafía, o me desafía, de tu texto y, claro está, sobre todo contando con las fotos que estás colgando
La foto congela esa casa en mi tiempo, en mi momento. Aunque en sí misma no contiene más que la propia imagen intemporal.¿Y en las fotos que vos subís a Flickr, por ejemplo, no ? Fotografias una vivienda construida hace 800 años, pero en tu foto ¿Cuál es el tiempo de esa casa ?
Si por superar la dialéctica proponemos detener su flujo te diría que tal como pienso la foto, una foto, cualquier foto, toda foto excluye flujo porque en una foto el tiempo colapsa.La foto congela esa casa en mi tiempo, en mi momento. Aunque en sí misma no contiene más que la propia imagen intemporal.
Me gustaría plantear algo, un juego, una situación. Unas fotos que contengan imágenes de una boda, por ejemplo, pueden no contener nada más que cosas que nos hablen de ese momento efímero: las personas, familiares, instalaciones, hasta que el fotógrafo capta algo (abriendo fascinado a F2 y a 18 ó 16mm apsc sin acercarse a ellos para que salga el ambiente, dispara instantáneamente sin perder un instante). Se trata de una sonrisa del protagonista a la protagonista. Esa sonrisa es un elemento para la eternidad. En esa sonrisa la foto ha superado la dialéctica.
Gracias por la acertada cita y tu perspectiva sobre la anécdota de la sonrisaSi por superar la dialéctica proponemos detener su flujo te diría que tal como pienso la foto, una foto, cualquier foto, toda foto excluye flujo porque en una foto el tiempo colapsa.
Lo que me parece interesante de tu hipótesis es que proponés una anécdota que en cambio de abrir el flujo de una historia clausure también la continuidad, un detalle significativo que no dispare un relato sino una imagen, una fantasía de eternidad.
Tu planteo me trae a la memoria la tesis de Szarkowski
La inmovilización del flujo de lo real en delgadas láminas de tiempo ha sido y es fuente de fascinación para el fotógrafo. En sus experimentos, éste descubre algo más: en esa fragmentación temporal hay una belleza y un placer que no emanan tanto de lo que está ocurriendo como del dibujo momentáneo de líneas y formas, oculto antes tras el movimiento. Cartier-Bresson definió el compromiso con la nueva belleza con el término "el momento decisivo", pero éste fue malinterpretado: lo que ocurre en el momento decisivo no es un climax dramático sino visual. El resultado no es una historia, sino una imagen.
Cuando cumplí 12 años me regalaron mi primera cámara fotográfica. Estaba deslumbrado con la fotografía y se lo había hecho saber a toda la familia.
Lo que me interesaba, me sorprendía de la fotografía era que no tenía parte de atrás. Sigue interesándome...