Dalias, flor de cementerio si las hay. El dolor, que asoma en esas hojas carcomidas por los caracoles, pone un acento a ese tono medio de lenta melancolía. Las flores naturalmente distanciadas en la planta, sus amarillos de suave contraste, los tonos varios y vivos, pero apagados, que vienen tenues del fondo, todo dice algo del entrevero de la muerte con las vidas, de los lutos de cada día.