Ey, ¡saludos de un maño afincado en tierras altoaragonesas!
En Zaragoza hay cantidad de sitios en los que sacar partido a la cámara y aunque no dispongas de transporte ni tiempo, en una escapada puedes sacarle partido (y te lo dice un maño, hijo de maño, nieto de maño, biznieto de maño...).
Para fotografía urbana, con mi vieja Nikon D3300 empecé en aquellos años mozos por Independencia que siempre da mucho juego. Una gran pérdida fue el puente azul de Avenida Navarra (ahí, por ahí y desde ahí he tirado fotos por un tubo) y hablando de puentes tanto el de la Almozara (antigua Química) como el de Piedra y el de Hierro dan siempre resultados agradecidos y si no siempre puedes ir al fotografiado hasta la saciedad Puente De Santiago donde la basílica agradece siempre algún disparo (aunque solo sea por fardar).
Aunque los Galachos de Juslibol también permiten instantáneas muy buenas (zona de aves para fotografía rápida es un sitio ideal) si quieres tirar a lo verde los Pinares de Venecia o el Parque de la Ribera (donde es fácil que te encuentres a Javi de Tecnomad).
Un sitio que mezcla urbano y verde Plaza de los Sitios.
Si quieres urbano y con multiculturalidad que con una buena dosis de contraste, saturación y apertura adecuadas podría pasar por una capital de país de esas que nos hacen sentir tan cosmopolitas Conde Aranda. Por la zona Mercado Central también te dará buenos regalos alguna mañana que puedas dejarte caer.
El Rio Ebro también permite extenderse con objetivos, situaciones y exposiciones de luz a casi cualquier día para deleite del fotógrafo.
Y algunos tesoros como el Pabellón Puente, Casa Solans o la zona romana del Casco Viejo también son buenas ocasiones para sacar joyas. Y ya que estás, un fin de semana a medio día, en el Tubo, además de degustar tapas de todo tipo, forma, clase (y precio) también podrás robar instantáneas de relevancia con sus calles estrechas y concurridas.
La Plaza del Pilar está fotografiada hasta la extenuación, lo sé, pero las calles aledañas son punto de interés fotográfico llenos de perspectivas donde encontrar sorpresas inesperadas y como colofón, que sepas que la torre suroeste de la basílica tiene un ascensor donde subir (por las mañanas, eso sí) y tirar fotografías que serán agradecidas para sacarles punta en la edición.
Zaragoza da mucho, muchísimo juego y perfectamente da para varios días en los que perderse en su historia, su cultura, su gastronomía y sus detalles que abrazan al que la vive (y la sufre) como al que la visita.
¿Nueva York?, ¿Roma?, ¿París?, ¿Berlín?, ¿San Petersburgo?, ¿Madrid? Nah... ¡ZARAGOZA, CO!
Y otro día, con más tiempo, te detallo muchos muchos más sitios donde con pericia o paciencia puedes sacar buenos resultados.