Esta vez es un fotolibro con una peculiaridad. Se trata de recoger rincones que han llamado la atención del fotógrafo, Fernando Manso. Hasta ahí todo normal. Pero lo peculiar es que la máquina empleada es una cámara del siglo XIX. Las fotos tienen una atmósfera personal, no obstante me parecen bonitas. Pero ¿Realmente es posible resucitar una cámara tan antigua y hacer fotos con ella? Si no habrá ni película para ese aparato.
Fernando Manso
Fernando Manso